En relación al día de la mujer mucho se habla y reflexiona respecto a los derechos y la inclusión de las mujeres, y cómo se evidencia la desigualdad en comparación a los derechos que históricamente han tenido los hombres, lo que se apoyan no sólo en creencias sociales sino también en legislaciones que esperamos próximamente obsoletas en las que, por ejemplo, se entrega al hombre el rol de administrador de los recursos de un matrimonio (heterosexual), generando una dependencia de la mujer en algunas operaciones económicas o bancarias.
Desigualdades estructurales
Sin embargo, en muchos casos, lo que nos motiva a entender la importancia del 8M son nuestras experiencias personales e individuales y las vemos como relevantes a la hora de comprender los feminismos. En ese análisis lamentablemente quedamos muy cortos y nos perdemos en frases como “no todos los hombres son malos” o “también hay mujeres haciendo daño”, sin mirar lo colectivo, lo común.
En estos espacios de análisis y reflexión sobre los derechos de las mujeres podamos mirar más allá de nuestra propia realidad y entender que hay desigualdades estructurales (en la legislación o las instituciones) así como en las creencias y prácticas sociales, y que si bien sitúan a las mujeres en un nivel inferior de acceso a los derechos fundamentales, existen otros motivos que se superponen en esta desigualdad, haciéndola más cruda y evidente.
Mujeres con discapacidad y en riesgo de exclusión social
En otras oportunidades hemos comentado la situación de las mujeres con discapacidad, cuyos derechos que se vulneran habitualmente son el derecho al conocimiento en educación sexual y planificación familiar, el acceso a la educación general y al trabajo.
Además, hemos analizado situaciones en las que las personas en situación de calle, especialmente las mujeres, se enfrentan a una mayor exposición y vulnerabilidad en relación a la violencia de género.
Enfoque de género e inclusión
Desde AVANZA Inclusión, sabemos que la inclusión social y laboral promueve la salida de espacios de subordinación y en ese sentido nos hemos comprometido con vigilar la especial participación de mujeres en nuestros programas, contando con enfoque de género en la ejecución de estos, facilitando en algunos casos cuidados para asegurar la participación y desarrollo laboral.
Por lo mismo el llamado es a tomar las oportunidades, acompañarnos en los desafíos y no soltarnos, porque queda aún mucho camino por recorrer.