En noviembre de 2021, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia (MDSF) realizó la primera Encuesta de Bienestar Social (EBS) del país, la cual midió la calidad de vida y bienestar de las personas, y consideró a las personas con discapacidad dentro de sus variables.
La encuesta, se basa en el modelo de bienestar de la OCDE y el enfoque de capacidades de Amartya Sen para levantar información acerca del bienestar de las personas y la calidad de vida que enfrentan.
La encuesta se centra en 11 dimensiones de bienestar: ingreso, trabajo, vivienda, salud, balance vida/trabajo, educación, relaciones sociales, compromiso cívico y gobernanza, calidad del medio ambiente, seguridad personal y bienestar subjetivo.
Alguno de los resultados a destacar son que el 30% de las personas con discapacidad cree que su calidad de vida no mejorará en un futuro próximo; 74% cree que no va a poder encontrar un espacio laboral mejor que el que tiene actualmente; 52% indica que con sus ingresos no le alcanza para todos los gastos que tiene, y el 33% que no puede pagar gastos básicos y su alimentación si no es con un crédito o con un préstamo.
En términos generales, la EBS arroja las brechas y vulnerabilidades que viven las personas con discapacidad, entre ellos, menor oportunidad de mejorar su calidad de vida, menor red de contactos que les provea nuevas y mejores oportunidades laborales, además de menor estabilidad financiera, entre otros factores.
Teniendo en cuenta esta investigación, que distingue entre personas con discapacidad, contribuye a robustecer la información disponible para las personas con discapacidad permitiendo así identificar de mejor manera brechas, vulnerabilidades y barreras del entorno, y así poder generar propuestas que promuevan el ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad en distintos ámbitos del desarrollo humano.
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