Los derechos humanos (DDHH), son aquellas normas que reconocen y protegen la dignidad de todas las personas, independiente de nuestra nacionalidad, edad, cultura, identidad, género u otra condición.
Nuestro país vivió la crisis más grande desde el retorno a la democracia durante el estallido social del año 2019, cuatro informes internacionales han señalado y reconocido de manera clara y sólida la existencia de graves violaciones a los DDHH, en diversas zonas del país (Arellano, Faure, López, Muñoz, Olivares & Herceg, 2019).
Han pasado 3 años desde la revuelta social de octubre y los derechos sociales que se demandaron durante meses en la revuelta social aún no han sido consagrados. La reparación a las víctimas de violaciones a DDHH en nuestro pasado reciente aún está en proceso, alrededor de 400 personas fueron víctimas de trauma ocultar y casi el 50% presentó discapacidad visual grave o estaban ciegos en el primer examen producto de las lesiones producidas por perdigones antidisturbios (Eye, 2020).
El compromiso del Estado con la no repetición con el retorno a la democracia se vio profundamente quebrantada el año 2019.
Una de las causas del estallido de octubre, fue la profunda desigualdad social que existe en nuestro país, así como también la falta de protección a derechos sociales tales como la vivienda. En Chile, una de cada 10 familias no tiene acceso a una vivienda adecuada, existe escasez de más de 600 mil viviendas, alrededor de 80 mil personas actualmente viven en campamentos y el 90% de la población vulnerable vive en condiciones precarizadas (UCH, 2022). A nivel nacional alrededor de 19.342 personas se encuentran en situación de calle (Ministerio de Desarrollo Social, 2022).
Por otra parte, el derecho al trabajo está íntimamente ligado a la seguridad social y es esencial para la realización de otros derechos humanos, constituyendo una parte inseparable e inherente de la dignidad humana (CNDH, 2018).
La pandemia de COVID 19, ha dejado al descubierto la fragilidad del modelo económico y ha agudizado la desigualdad social, la precarización del trabajo, la flexibilidad laboral y la informalidad, provocando incertidumbre, inestabilidad e inseguridad social en la que las y los trabajadores han asumido los principales riesgos, así como también un deterioro en la salud mental.
Los grupos con alto riesgo de exclusión social, como personas en situación de calle, personas mayores, personas con discapacidad, disidencias sexuales, personas migrantes, son testigos constantes de la limitación de sus derechos fundamentales. La vulneración y discriminación, por parte de las personas que componen la sociedad y también de las políticas públicas e instituciones es algo que ha estado presente en sus vidas.
Mitos, prejuicios, vulneración, estigmas y discursos de odio han tenido que afrontar las personas históricamente excluidas. A su vez, han visto reducido sus derechos, la escasa o nula participación en los espacios públicos en la toma de decisiones políticas, la falta de acceso al empleo, la carencia de vivienda, el acceso a la educación superior han sido derechos negados para la sociedad chilena pero principalmente para las personas con alto riesgo de exclusión social.
En relación a lo anterior, es indispensable la participación social plena de todas las personas en la vida cultural, social y económica. Esta participación debe ser en igualdad de condiciones. Comprender que los derechos sociales de 2da generación, son derechos humanos y que el Estado tiene el deber de garantizar a todas las personas que habitan nuestro país estos derechos.
Las personas que han sido excluidas históricamente, no pueden ni deben seguir siendo testigos de la vulneración sistemáticas de los derechos a la salud, educación, vivienda, trabajo, seguridad social, entre otros. Es por esta razón, que en el día de los derechos humanos es fundamental reconocer a las personas como sujetas de derecho y no como objeto de caridad. Para ello, es fundamental contar con apoyos adecuados que eliminen las barreras sociales que impidan poder alcanzar esta participación plena.