Este año, la cita estará dada por la consigna “un día para todos”, mediante la cual se busca dar cuenta sobre la creciente aceptación de la discapacidad como un rasgo de la condición humana.
El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, decretado en 1992 por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Su objetivo principal, en palabras del Secretario General de dicho organismo, António Guterres, es: “promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural”.
Para este año, el tema oficial de la instancia será ‘Un día para todos’; frase con la que la ONU busca retratar la paulatina aprobación que está tomando la discapacidad como rasgo intrínseco a la condición humana.
En línea con lo anterior, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de mil millones de personas (alrededor del 15% de la población a nivel mundial) presenta cierto tipo de discapacidad. Se proyecta que esa cifra vaya al alza en los próximos años gracias al envejecimiento poblacional y un aumento en la incidencia de enfermedades no transmisibles.
Por otro lado, Según datos del II Estudio Nacional de la Discapacidad (ENDISC 2015), en Chile, el 20% de la población cuenta con algún tipo de discapacidad. La mitad de ellos (cerca de un millón y medio de personas) conforman los dos quintiles más pobres de la sociedad, sector que por cierto, concentra las menores tasas de empleo a nivel nacional.
Dicho lo anterior, el desempleo es un profundo perjuicio en los sectores menos acomodados, especialmente para las personas con discapacidad, debido a las barreras históricas de acceso a la educación regular, la cual aún no cuenta con una homologación efectiva en la educación especial.
Según Evelyn Contreras, Directora de Vinculación Institucional en AVANZA Inclusión, la inclusión sociolaboral es un camino que ayuda a generar un desarrollo sostenible: “Las organizaciones o empresas tienen cada vez más claro que en la medida en que dejan a algunos actores de la sociedad fuera de la participación de sus comunidades, van a perder talentos, miradas, análisis (incluso de los mercados), soluciones, etcétera. Se entiende que en alguna medida, la inclusión es un desafío que puede permitirle a los países a mirar los fenómenos con amplitud. En los espacios excluyentes se pierde esa riqueza”.
Contreras rescata la importancia del trabajo intersectorial para direccionar a los actores de nuestra sociedad en ese rumbo: “Es fundamental por las diversas posibilidades de generar cambios e impactar en diferentes niveles. Entendemos que el Estado se ha alineado con la convención de derechos de las personas con discapacidad, sin embargo, se ha demorado mucho en dar respuesta a ella, por lo que las ONG han tomado la delantera en ese sentido”, concluye.
Si bien el 3 de diciembre es un día para reflexionar sobre el camino que aún nos falta por recorrer para alcanzar una sociedad inclusiva, es necesario recordar que las acciones que contribuyan a este objetivo las debemos hacer todos los días, y que es responsabilidad de todas y todos avanzar hacia ella.
En AVANZA Inclusión llevamos diez años promoviendo la inclusión social y laboral de personas con discapacidad, a través de programas y proyectos de colaboración con distintas entidades, que nos permiten potenciar la empleabilidad y el desarrollo social de nuestro país. Te invitamos a conocer más sobre nosotros y nuestro trabajo, para así informarte sobre cómo contribuir a que sigamos avanzando hacia una sociedad más inclusiva.